viernes, 19 de abril de 2013

20 de abril, día internacional del Disco

Cuentan que ninguno de sus compañeros reconoció al desarrapado,  de cabeza y cejas afeitadas y  preocupante sobrepeso, que se presentó un cinco de junio en los estudios de Abbey Road. Era 1975 y habían pasado siete años desde que Syd Barret tuvo que dejar la banda por unos acuciantes problemas de salud mental agravados por el abuso de LSD. Siete intensos años en los que Roger Waters y David Gilmour habián convertido la banda underground de Syd en un autentico fenómeno de escala mundial.

Pink Floyd estaba por entonces enfrascada en la grabación de Wish You We Here, a la larga, el disco preferido por su legión de incondicionales,  incluyendo a este, el que te lo cuenta.   Que dos talentos como Waters y Gilmour coincidieran en el tiempo y la distancia son la explicación de que en tan solo 6 años, de 1973 a 1979, Pink Floyd grabara por derecho tres de los veinte mejores discos del siglo XX. The Dark Side of the Moon, Wish You We Here y The Wall. Putos genios.  Que dos enormes egos como los de Waters y Gilmour coincidierean en el tiempo y la distancia son la explicación de que aquel grupo de amigos acabara protagonizando años más tarde una dolorosa desintegración, con una de las mayores batallas sobre derechos de propiedad intelectual que se recuerda de por medio.

Syd anduvo todo aquel día como abstraído, sin poder articular más de dos palabras de manera coherente...  Aquella situación, dicen, desencadeno las lagrimas de más de uno de sus antiguos compañeros. Waters quedo profundamente afectado y todas las grabaciones posteriores del disco quedaron abrazadas por esa jodida mezcla entre la nostalgia y  su presencia ausente. Abrazadas como abraza el mar al que se ahoga. Abrazadas, como cuando Waters y Syd se volvieron a encontrar, esta vez sí, la última, en la cola de un supermercado.

El próximo día 20 de abril, se celebra en todo el mundo el día internacional del disco de vinilo. Algunos hablan de moda, de gusto pasajero por lo vintage, de puro hipsterismo.  Un día de celebración para los que gustamos de perdernos en tiendas y mercadillos de segunda mano, buscando este o aquel disco, o dejándonos seducir por una hipnotizante carátula arañada;  celebración para los que no perdemos el tiempo discutiendo acerca de la incuestionable superioridad técnica de nuestros equipos analógicos; para los que tenemos en nuestra colección piezas con más de 40 años que siguen sonando altamente fieles al día en que atraparon su señal en estudios como Abby Road, Capitol, Atlantic o Hansa; para los que somos conscientes que estos mismos discos seguirán sonando así de bien dentro de otros cercanos 40 años.

Wish you we Here, tema que da nombre al disco homónimo,  fue conceptualizado y escrito por  Roger Waters. Gilmour se encargo brillantemente de los arreglos musicales. Durante la introducción, se utilizó una guitarra de doce cuerdas para marcar un riff que diera la sensación de estar grabado directamente de la señal de radio de un coche. En esos primeros cuarenta segundos, si se presta la suficiente atención se escucha también una leve tos seca, fruto de la afición a fumar de Gilmour; entonces in creciendo comienza el punteo de guitarra acústica que da paso a la primera estrofa de esta demoledora letra sobre todo aquello que hemos perdido. Arreglos, letras, voces... Todo esta en su sitio. Como en la obra de un gran arquitecto. Como las historias que ya no podemos recuperar. Como las historias que aún tenemos que escribir. Con nostalgia del pasado, nostalgia del presente y expectación por el futuro.

Como un ojalá estuvieses aquí...


lunes, 28 de enero de 2013

¡El Horror! ¡El Horror!

Son las 19:30. Tras once horas cuadrando tu facturación llegas a la cifra mágica. Modelo 303. Casilla 48. "¡El Horror!, ¡El Horror!" Las últimas palabras de Kurtz resuenan en tu cabeza como arrancadas a la espesa niebla del Río Congo mientras intentas recordar tu contraseña bancaria. 

Tras un par de intentos infructuosos, por fin logras comprobar tu saldo. Tinieblas. Ruido de calderilla al fondo y la enésima promesa de no salir más de fiesta con tu tarjeta de crédito. Sí, es tiempo de pagar impuestos. 

Malversación; cohecho; Suiza; nepotismo; "fondos para el fortalecimiento de las habilidades integrales de los ciudadanos y ciudadanas del la región de Iztxulapeca, (Honduras)"... Un largo etcétera de despropósitos públicos y una sola convicción: No hay ácido clorhídrico, ni pesina, renina o lipasa gástrica suficientes en el mundo para digerir a esta pandilla de impresentables...

Dentro de ti sabes que escuchar el "Whom the bells tolls" de Metallica mientras imaginas como el Congreso es atacado, a cámara lenta, por una horda de zombies hambrientos, no es una postura moral seria ni aceptable. Tampoco contribuye al bien común ni va a cambiar nada. Reconozcamolo: cantar La "Canción del Pueblo" de los Miserables montado en lo alto de una barricada es más romántico, pero no es menos cierto que te criaste en los 80s y la casquería de calidad es parte intrínseca de tu existencia.

Durante unos minutos te evades de esta indigesta realidad. El tiempo continua su marcha. ¿Dime por quién resuenan las campanas?