miércoles, 13 de julio de 2011

Modelo 036

Yo escribía en un blog. Hace algún Tiempo, gastaba mis últimos años de facultad apilando historias en distancias temporales que, a modo de baldosas amarillas, recorrían el por entonces complicado proceso de adaptación a mis nuevas rutinas. Atrapado entre la Universidad y el oscuro mundo laboral, lo subtitulaba.

El Tiempo, la Distancia y otras Grandes Mentiras se agotó. Después de tres años poco quedaba del coleccionista de derrotas, que se escondía de si mismo, vistiendo con mentiras viejas certezas que ni las distancias consiguieron acallar. Yo, el que te lo cuenta, se ahogó en esas nuevas rutinas, descuidando todos los pilares que hasta entonces habían sostenido su precaria existencia. Pasaba el tiempo, tenía un buen trabajo, el reconocimiento de mi jefe y compañeros, y un sueldo medianamente aceptable. Tenía todo, menos lo más importante....

Fue el puñetero de Jorge Luis. Hay quien es capaz de crear con todo lujo de detalles un nuevo universo mitológico con toda su complejidad, en tan solo mil paginas y tres volúmenes. Él lo hacia en tres párrafos. De hay su grandeza. Nunca escribió una novela. Era su victoria frente a todos los demás. En cierta ocasión dijo:

"Valgo más por lo que he leído que por lo que he escrito"


Falsa modestia. Su verdadero valor siempre radicó en todo aquello que nunca escribió y cuya huella indeleble nace y habita en las mentes de tus fieles lectores.

Veinticinco años desde la muerte de Borges. Seis años desde que me atrape en el oscuro mundo laboral. Cinco meses desde que, pese a todo, decidí seguir mi propio camino y abandonar aquella oficina para emprender un negocio propio. Y una sola frase al pie de este nuevo blog como elemento motivador ante todo aquello que tenemos por construir.

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